¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya al castrismo? (Spanish Edition)
by Alfredo
Triff (Author)
"Un grito de alerta frente a la barbarie que ha minado nuestra civilización." A. Reynaldo
Empiezo por recomendar la lectura de este libro de Alfredo Triff, no solo a los interesados por la temática de la tragedia cubana, sino a los preocupados por la realidad inmediata, política y social que se nos echa encima en Estados Unidos y gran parte del mundo.
El libro comienza en su primera mitad muy
acertadamente, bosquejando nuestra realidad inmediata, con pruebas fehacientes, estadísticas y ejemplos
importantes del panorama socio-político de E. U. precipitado por la Nueva Izquierda. Inicialmente describe la metodología aplicada, transportada y con otros
nombres del Castro-Socialismo que en Cuba, resultó en la conversión de un país
funcional y exitoso, a una disfuncional isla
hundida en medio del mar. La nueva izquierda evita el nombre de Socialismo Democrático;
pero el calificativo está bien cerca de su presente función aplicada con los mismos desastrosos resultados. En el libro, se
destaca la relación y similitud entre nuestra realidad inmediata y los métodos
usados en la trayectoria histórica de la tragedia cubana. Para el lector que
conoce o que ha sufrido el cruel experimento cubano, la referencia es no solo
implícita, sino casi idéntica. Todo con diferentes nombres, siguiendo la
metodología Marxista de adueñarse del lenguaje y de manipular la historia para
sus propósitos de propaganda, adoctrinamiento y lavado de cerebros. Alfredo
Triff examina el léxico manipulado de la nueva izquierda en E. U. que el
oficial partido Demócrata disemina y apoya. Todo esto, parte del "snob," moda o tendencia
wokista que vía BLM, Antifa y algunas corporaciones americanas estimulan. Tambien, subraya las raíces del “empoderamiento” y la erupción de una extrema
violencia anarquista generalizada, incluyendo la delincuencia rampante, además
de la quema de ciudades, conscientemente estimulada con la inacción y la
indiferencia del aparato liberal de gobierno demócrata.
A través del contenido del libro y de sus
acertadas referencias se encuentra el lector a sí mismo,
y concuerda en mi caso, en que todo esto está relacionado.
Diferente collar, con el mismo perro, que además ya nos mordió. En efecto la llamada
“Interseccionalidad” y el “privilegio blanco,” no es más que discriminación en
reverso. Todo parte de una estrategia divisiva, para provocar el conflicto, crear
la inventada y cacareada Marxista guerra de clases, combinada con la culpa
capitalista para propiciar la auto declaración de héroes salvadores con
obscuras y fracasadas soluciones. También pasa por el “presentismo histórico” y
su negación de la realidad objetiva. Triff acertadamente dice: “Primero
está la realidad, después la idea de la realidad, y finalmente la idea de la
idea.” Para la nueva izquierda es al revés, y la idea; aunque fracasada, debe permanecer, primar y llevarnos a otro fracaso si es "necesario." El “presentismo,” manipula el pasado para adueñarse del presente, ignorando cualquier presente que no provoque otro futuro. Ese "presentismo" niega la realidad objetiva, que la nueva izquierda quiere
suplantar por un ideologismo socialista de la realidad. Un ideologismo liberal,
mágico y destructivo, aplicado a la economía y la redistribución de las
riquezas (No de la creación de riquezas). Solo la elite se salvará de la eterna
miseria y obtendrá la abundancia que para los otros nunca llega. El libro
describe el actual wokismo involutivo en E. U. y sus métodos, además de su
relación con un forzado iluminismo glorificado con la sangrienta Revolución
Francesa. Y de pronto, en la tercera parte del libro: “El Castrismo Nuestro de
Cada Día,” nos transporta en el tiempo, a lo que fue la progresiva destrucción
de la nación cubana. Vocabulario adueñado, consignas martilladas, coerción,
chantaje, delación, miseria, terror y libertades esfumadas. Atacar La Ley, La
Constitución, los valores sociales que estructuran la nación, sus instituciones
etc. De pronto, no sabes en que orilla estás, dada la similitud y empiezas a dudar de que ya te
escapaste de esa pesadilla una vez. Triff menciona también una de las favoritas
herramientas psicológicas de la horda revolucionaria “democrática” socialista-liberal-wokista: la falsa compasión, la culpabilidad y el “virtue signaling,”
necesario para la propagación de una lógica ilusoria de compasión que no
funciona sin antes dividir la sociedad lo más posible por género, preferencia
sexual, identidad, generación, toxicidad inventada, ideología política,
“coreografía identitaria” o “sexismo y discriminación religiosa.” Cimientan una
doble moral y una triple segregación ideológica, per saecula saeculorum, que
les permite mantener el poder total y el chantaje de la sobrevivencia. Casi con los mismos "slogans," "ismos" y consignas, en E. U. ya comienza el caos disfuncional, el adoctrinamiento CRT, la violencia extrema ignorada por el
“establishment,” "Defund the Police," BLM, Antifa, etc. En Cuba, eran los fusilamientos,
encarcelamientos, mítines de relámpago y las Brigadas de Respuesta Rápida. Todo
orquestado progresivamente, en ambas orillas como piezas que encajan en el
mismo rompecabezas.” En las abundantes citas históricas y datos factuales, el
libro, incide en la fuerza abrasadora y destructiva de los impromptus y las
locuras de los sueños liberales. Emergen la quema de ciudades y el saqueo
general, producto de una Ley “suave y compasiva.” Castigan a las víctimas y
liberan a los victimarios. Destruir con el caos al precio que sea necesario
para ganar o retener el poder. Por supuesto sin olvidar el papel de los medios
de “información,” controladores de opinión y mentes imberbes, además de la
infiltrada academia.
El libro intuye, la compleja ecuación de poder, del juego de la elite, que coordina con intensión velada. Organiza y dirige a
los que odian a la civilización occidental y a E. U., destacando sus defectos y
ocultando la historia de sus virtudes. El libro muestra con data y pruebas
abundantes, la ignorancia histórica de los presentistas y la maliciosa
intensión de su distorsión histórica. Afortunadamente, la Historia tiene
que estar donde está, no donde ellos quieren. El libro también repasa la
historia verdadera del racismo, comparando su versión wokista actual, que es el sentido contrario de lo mismo. Quieren usar la maldad infrahumana para convertir el Marxismo en virtud
y religión redentora a la medida de los “progre” modernos. Blanquitud,
equidad, interseccionalidad, identitarianismo, caos, odio, conflicto,
violencia, ignorancia. Guerra a la familia nuclear, anti biología evolutiva,
anti ciencia, histeria pánico climatológico y poder, es parte de la maldad
irresponsable que abrazan los idiotas de la nueva casta izquierdista de esta
“moderna” era. Los refiero a la página 57 del libro y su excelente definición
de wokismo. Como cita Triff la extrema izquierda inamovible del siglo XX, se ha
convertido en una izquierda aún más extrema que cualquier movimiento de
derecha. Aunque, cualquier posición pragmática o ideológica que no quiera ser
barrida por ese extremismo, tendrá que ser aún más extrema inclusive que ese
activismo, si no, perecerá sin regreso.
El libro también examina la fanática ola
destructiva e idólatra del no verificable catastrofismo climático, como una
fuerte herramienta de pánico general, dañando el planeta y trastocando el
tiempo atmosférico con el clima, como Triff menciona. También es abundante en datos científicos y
verificables, sobre la catastrofista falacia. Alerta sobre los ataques a la
Constitución, sobre pánico apocalíptico de los liberales, que nunca se
materializa y que no olvida su calendario mesiánico. En Cuba hicieron lo mismo,
y sin la constitución la nación americana estará totalmente tan indefensa como
dejaron a Cuba. Muy acertadamente en la tercera parte del libro, detalla
estadísticamente, y con datos cuantiosos, la debacle progresiva de la nación
cubana en todos sus aspectos. Proporciona también datos comparativos
establecidos y verificados, entre la exitosa nación cubana
pre-castro-socialismo-comunismo y el actual fracaso de la miseria y el poder en
la cuba castrista actual. Describe las tácticas y el Modus Operandi de usar la amenaza
inminente de un enemigo para distraer. A través del
nepotismo político y no del mérito y el conocimiento, inician la destrucción de la eficiencia y apropiación de los medios de producción para apresurar la carrera
a la miseria. A la población no le quede más remedio que dedicar todo su tiempo
a sobrevivir y no a provocar un cambio. Al arruinar toda la estructura urbana
con el descuido institucional, destruir la industria y la manufactura para
remplazarlo con una disfuncionalidad y una sudo-agricultura que no puede
garantizar la alimentación de la población urbana, desarma a la población
paralizando al pueblo y a la nación cubana. Al mismo tiempo la coerción y el
chantaje, por la posesión disfuncional de todos los medios de sobrevivencia a los más profundos niveles
psicológicos. También con una intensa labor de propaganda de los medios de
difusión, la academia y la educación, aplastaron y martillaron paulatinamente
con repetición cruel, el alma rebelde del cubano. También considero el uso del
epíteto “La Voz” para encarnar al monstruo en el libro, tremendamente acertado,
pues define el alcance y la “trans-personlizacion” del terrible personaje de
Castro, el daño y la destrucción del que es responsable.
En cuanto al uso del vocablo “apoyo”
para el fracasado experimento cubano cuando incluye la participación de la población, yo tengo mis dudas. Quizás dependa de la
acepción, o mi definición. El libro menciona un entorno inamovible
para ese proceso del llamado ¿irregular? o de “apoyo.” Yo lo definiría mejor
como algo provocado, precipitado, obligado por circunstancias creadas con intensión y diseño, de coerción y
poder absoluto que no dejan otra alternativa que la sobrevivencia, cuando el
estado se adueña de todos los medios de producción y, por ende, de sobrevivencia.
Para empezar: ¿Cómo se puede conspirar contra el gobierno si no puedes
alimentar a tu familia, si ya recogieron todas las armas, si cambiaron la
estructura social, desparecieron la familia, y desembocaron a los cubanos en
enemigos de ellos mismos en una rampante paranoia de cárceles llenas a cambio
de migajas y prebendas? Todo a golpe de provocar divisiones y diversiones
políticas, de clases sociales y de todo tipo. ¿No les suena familiar el mismo
método con el nombre de wokismo? Para mí la acción de “apoyo” o appoggiàre, de
secundar, cooperar etc., incluye un componente moral, consciente o no; aunque
en este caso me parece que tiene motivaciones más amplias y no tan simples como para para definirlo como tal. Si estas acciones interpretadas como
apoyo, no tienen un componente consiente y no condicionado, no creo que pueda
definirse con esa simpleza de concepto. El proceso, fue paulatino, complejo y
excluye el componente moral y consciente de la ecuación. Está condicionado por
el cambalache de la sobrevivencia y el oportunismo, no por una conciencia
social necesaria y definitoria de ese apoyo. Dice Wikipedia aproximadamente del apoyo implícito y moral, que apoyo es una forma moral de dar "sustento" a una causa o a un
participante en conflicto, sin hacer ningún aporte más allá del valor
emocional o psicológico del estímulo. Si se sostiene algo sin el deseo
explícito y moral de hacerlo, no creo que complete la definición de apoyo sin
el componente moral, o al menos voluntariamente consciente. Pienso que no es
tan simple como eso, y que la complejidad del ablandamiento de la psicología
social del cubano, es una historia más larga. Que el solo concepto de appoggiàre no lo completa. Interpretar un comportamiento como “apoyo” a algo que incluye una acción
coaccionada, condicionada, “sutilmente” forzada, repetida, organizada por
agentes externos, me parece que es una historia incompleta. Y en efecto así termina todo
incluyendo el “apoyo.” Cuba termina en la conformidad, la miseria, la mentira
consiente y la alevosía escondida.