La Canción de las Esferas, libro de poemas de Andres
Reynaldo premiado en el concurso literario “Letras de Oro” “Descarga” de
ciudades que han perdido su vínculo. Su paralelismo con “The Speakers Corner” in Hyde Park, ha desaparecido.
Quien nos iba a decir que nosotros seriamos esas “obscuras golondrinas” que
nunca habríamos de volver, detenidos en un futuro sin pasado y de eterno presente. Ahora el horizonte es mas ancho y ajeno, en este viaje
desde una ciudad hundida en la catástrofe del experimento socialista, otrora lumbrera única. Ahora alimento y víctima del tiempo, de feroces y destructivos vándalos con máscaras de compasión; pero justificando la crueldad, el saqueo y botín
permitido usando una injusticia para pagar con otra.
Abajo, citas y fragmentos del libro:
Retrato
del artista envejeciente (fragmento)
En abril lo
obsesionan las rosas
y el paso
de una sombra ante su lampara.
Así está el
lobo en su caverna.
Roto el cántaro
se le olvido la fuente.
Al amanecer
comprueba si Venus resiste sobre el mar.
Cuentas
Claras (fragmento)
¿De cuál
juguete ya nunca te rehaces?
Mejor será que
te borres de ese mapa
y embarques
(¿Quién sabe lo que olvidarás?)
en el próximo
vuelo hacia Manhattan.
Cristal
con estrellita (fragmentos)
La niebla
otorga a los colores
develadas y
rígidas densidades.
Casi todo está
en su sitio.
Los pronósticos
invitan al brandy.
(La libertad
comienza por el paladar)
…Cada uno
es digno de sus renuncias.
Mi mejor
amigo recién cumplido de la cárcel,
caminará por
Obispo hacia el puerto
(hálito de
rotundos aceites)
y se detendrá
en la puerta de mi casa
con un
cigarro de leales memorias.
…¿Volverán
las obscuras golondrinas?
…De lo que
falta se vive o se naufraga.
Piso
38 apartamento 8 (fragmento)
…!Cantad! ¡Cantad,
muchachos
Las fabulas
de este mundo a menudo son ciertas.
Cripcia
(fragmento)
Sobrevivir
es el oficio de los desterrados
De lo
prohibido me toca la vigilia.
Preferible
pedir limosna que permiso,
sollozar en
los inodoros de un burdel
que aplaudir
en las tribunas del honor.
Bienaventurados
los que no se dejan salvar,
los que desconfían
de causas y partidos…
Diciembre
del huérfano (fragmento)
Todo sucede
anteayer.
Detrás de los
cristales bordados de escarcha,
Lentamente
el barrio se hizo a oscuras.
Jugábamos a
los soldados
frente al
muro de la Cabaña
y del otro
lado los soldados
mataron al
padre de Jorgito.
Cerraron la
heladería de los chinos.
Convirtieron
en <<Zona Militar>> La Loma del Cristo.
Prohibieron
los papalotes.
Derroté a
mi único enemigo.
Descubrí la
lealtad con Reynaldo Bragado.
Clowns
(fragmento)
¿provocan compasión?
Nunca.
Menos en
Manhattan, al borde de todas las navajas.
De la
importancia del arte (fragmentos)
A mi padre
taciturno en el portal de sus Domingos,
A Reynaldo
Bragado, en las horas que apostaba
(contra las
corrientes del Caribe)
A Milagros
Garcia, desnuda en el alba de Bacuranao
A Catherine
Deneuve, en una escena de Los Paraguas de Chesburgo.
A Ludwig
van Beethoven, que organizo las galaxias,
Al rumor de
un pubis en solsticio.
Al general Douglas
Mc Arthur, que quiso salvarnos de la Bestia.
A Jorge
Luis Borges, que en su poema Otros Dones
determinó la
inflexión que para estos versos he tomado…
A Lech
Walesa, que burló las estadísticas del imperio soviético.
Al
adolescente que las Tropas Especiales del [Ministerio del Interior]
acuchillaron
en las letrinas del Mosquito, Mariel.
A la
ballena blanca y al unicornio dorado.
A Sigmund
Freud, por dar al sexo lo que es del sexo.
Al tigre de
Tracy que es el amor.
Al niño que
estaba en una leve colina de Flandes.
A Kafka, a
Chagall, a Marguerite Yourcenar.
A Cristo.
Con trazos
que anticipen la carne
y desborden
remotos matices,
oh Franz Hals:
¡retrátalos!
A
vuelta de correo (fragmentos)
Cada uno, pese
al prójimo,
reclama su
propio meridiano.
Ya no vives
en la ciudad que yo recuerdo.
La luna en
la bahía. Tu olor en el viento.
Una leyenda
que asombraría los siglos
se desdeña en
el fondo de las gavetas.
La vida imita
a las peores canciones.
Descarga
de esquina (fragmento)
Gaviotas a
babor y estribor
demuestran que
el horizonte
dependerá del
rumbo, el equipaje
y el valor
de no mirar atrás.
¡Gloria a
los que dominan su instrumento
porque
improvisar es recurso de mediocres!
Manhattan A.M. (fragmento)
Las cerraduras retienen el invierno y la noche.
Insomne, desgajado de ti, presiento abominables visitas.
Fabula para ancianos (fragmento)
Curar cualquier demencia, gobernar a un país,
morir con elegancia, saciar a un enemigo,
escuchar aun en sueños la voz de la madre.
En una centuria se apaga una estrella,
se cumplen dos vidas, se agota un idioma.
La superstición es el final recurso de los cínicos
y anoche en el hotel, depuré mis escasas ilusiones.
Cuestión de estilo (fragmento)
Anduve los prohibidos caminos.
En unos recordé, pobre y deprisa, la vieja canción.
En todos una piedra, una fuente, un fruto ácido.
Solo cambian olores y aeropuertos.
New York fragante a pan, siempre a punto.
Paris, una larga ráfaga de Chanel
en las escaleras del metro, a mediodía.
Las fabulas de mi padre se cumplieron.
El unicornio agoniza en los tapices.
El águila también teme en su montaña.
Yo recomiendo América para cualquier suerte
Y forzar la consistencia de un cuerpo en el espejo.
Quien pasa estos exámenes no regresa.
Ni Dios ni Satanás consienten la falta de estilo.
Es más difícil elegir que citar y me detengo; porque de poesía y ciencia hablaría hasta siempre con mi último aliento. Solo quería hacer el esfuerzo de escribir las notas que este libro merece; pero el mejor remedio es leerlo y leerlo otra vez.
Ricardo Lopez Llopiz
6/7/2020
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