CRONICAS DE UN VIRUS,
DIARIO DE UN BICHO PERNICIOSO
Si nosotros sufrimos, otros soportan, si otros sufren nosotros sentimos, toleramos, resistimos. Nuestra humanidad también sufre, es como un enredo quántico donde todos misteriosamente estamos comunicados, afinados, dependientes. Vemos las estadísticas y proyecciones con dolor y preocupación. Nos duele la perdida de humanidad, de cerca y de lejos; no tan lejos, nada de lejos. El animal está ahí, invisible acechando. Negamos, resistimos y vamos a prevalecer, evolucionar, adaptar. No en una “nueva normalidad” ¡sino en una normalidad verdadera! Acabo de leer con dolor y preocupación por su angustia, el “diario con coronavirus” de nuestra amiga Rosie Inguanzo (link abajo). Aunque conozco de cerca el dolor de las perdidas, últimamente no me han tocado. Siempre temo y me sobrecoge, que alguien que estimo y admiro o quiero, esté en peligro. Nuestra sensibilidad, preocupación y temor ha sufrido con Rosie y Alfredo, tanto o más, como con las crueles imágenes de este inevitable evento evolutivo quizás. Es como si hubiéramos sido parte de todos los que así sufren. Son cosas de las que nunca nadie se recupera, incluyéndome a mí. Para gozo y satisfacción, nuestra amiga se recupera; pero la lectura de su “diario con coronavirus” nos impactó profundamente. Y si, es el amor en los tiempos del cólera, como la visión del loco del Gabo, abyecto pero visionario de todas maneras. Como siempre, de Rosie se espera la pesquisa intelectual, filosófica, poetica; pero siempre nos sorprende buscando la cara de Dios en las montañas nevadas de Vail o en Steamboat, y por mencionar siete veces a Dios. Mis Amigos y el Amor, también como la belleza del mundo para Rosie y Triff, son las mas grandes benevolencias de la vida como ella menciona. Cuando muera, estoy seguro que he de extrañar la extraordinaria belleza y brillantez de Venus en las tardes (o quizás seamos parte de ella), el alma mía gemela y extraordinariamente la de mi vida, novia y esposa. Espero, además de estar conmigo mismo, al menos de estar con ella, encontrarme con todos en el túnel como decía Mario, en una individualidad mancomunada. Nos conmueve la descripción de cuerpo y psique de la locura nocturna, para mi parecida a los dibujos del libro de Arturo Rodriguez en su libro “The School of Night”. En este diario, encontré la inmensidad e incertidumbre de lo desconocido, la desesperanza, lo frágil e indefenso de lo inevitable. Estos son tiempos de confrontamiento con lo finito e irrevocable de nosotros mismos en este trayecto. Reflexiones de nuestras multitudes sobre Dios y destino, escondidos por nuestra sanidad e incomprensión. Quizás aun no hemos empezado y nunca hemos de terminar, como los eternos amaneceres de un crepúsculo. Leímos con dolor, los síntomas, la quántica evolución biológica de un virus y sufrimos con Rosie y Triff. Descripciones breves como telegramas de las dolencias profundas. Fiebre, dolor, debilidad, frustración e incertidumbre por el ataque del bicho; guadaña en mano, sobrevolando nuestra impotencia, nuestra ilusión necesaria y nuestra sanidad. Recuerdo a mi amigo Mario, esperando y preparado. Pero Gracias a DIOS, Rosie se recupera del bicho y Triff del susto. Estoy seguro que ahora Rosie tendrá anticuerpos para repartir por largo tiempo, para fortuna de los que los quieren y admiran.
link below to:
"diario con coronavirus"
de Rosie Inguanzo
Abril 25, 2020
https://www.hypermediamagazine.com/hypermedia-stories/selfie/diario-con-coronavirus/?fbclid=IwAR3eA8bLnrQy7ufCNQpZ3dDGdhzsPlIZozR4NPbEJiHsRTYmRmJy3e1WqNo
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